19. IDEAS PARA EL HOTEL HUMBOLDT Compartiendo sueños

              


Alejandro López Arocha

Imagínense convertir al conjunto hotelero recreativo en la “rótula” que amalgama y abraza lugares, gentes y cotidianidades de esa mágica montaña que baña al Valle y a su frente marino. Para múltiples usos y actividades.

Que sus aguas, que bajan a las faldas norte y sur, mediante un sistema de presas, se usen para consumo propio y de las zonas urbanas aledañas, también para riego de cultivos y bosques previniendo quemazones y para la contemplación y descanso.

Que se produzca y elabore en la propia montaña lo que alimenta, viste, cura, distrae y es necesario para el hacer y fabricar. Con excedentes para surtir a Caracas y La Guaira. Reciclando, reusando y procesando sobras y desechos en el sitio.

Que se conforme una oferta asequible para todos de hotel, posadas, moteles, casas con “cama y desayuno” (Bed and breakfast), campamentos (carpas) y más.

Que la movilidad sea a pie, caballos, bicis, puentes, pasarelas y tirolinas entre árboles, teleférico, funicular, carga por cables como en nuestros andes...

Una red gastronómica con ingredientes y productos producidos en sitio. Con la máxima diversidad de platos de todo el país, pastel de chucho, chivo en coco, y ponches y vinos de frutas…

Opciones de tratamientos para la curación y terapias diversas en el Hotel, su piscina y otras instalaciones. En las posadas, quebradas y espacios abiertos…

En fin, aprovechar a la montaña, en equilibrio con la naturaleza, para una gran aventura comunal, productiva, cultural, donde se desate la imaginación, la audacia, el atrevimiento creativo y el buen vivir colectivo nuestro y de otros de latitudes y cosmovisiones compartidas.


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