8.2 COMENTARIOS AL DOCUMENTO DE MÁXIMO ROJAS: LA INDUSTRIA DE LA CONSTRUCCIÓN (I)

 



Elisenda Vila Planes

Altafulla, 23/12/2021

 

Este primer documento de Máximo nos plantea el deseo y la necesidad de reactivar la industria de la construcción en Venezuela de manera integral, como una actividad económica del sector secundario que también contribuye a movilizar el sector terciario, es amplia generadora de empleo y contribuye a la diversificación .productiva

 

Deseo comentar este documento con el fin de contribuir a la discusión del renacer de la economía en nuestro país, como aspecto fundamental de cualquier sociedad que se proponga ser autónoma y acercarse a la auto sostenibilidad.

 

Máximo nos dice que “Europa contribuyó a formar la industria de la construcción y todavía puede tener influencia”, que hay “necesidad de darle dirección a esa industria”, “ordenar los procesos constructivos para lograr un mejor rendimiento”, “hacer uso de equipos y materiales autóctonos” y, al mismo tiempo nos alerta, debemos “estar atentos al reformismo” que anula la justicia social. Justicia que para él solo se puede lograr en socialismo y en consecuencia es necesario trabajar en ello simultáneamente adelantando la revolución cultural (formación política, económica, ética, técnicas).

 

Apoya sus planteamientos destacando la importancia de las industrias de Guayana (acero, aluminio, cemento, madera,…) como motores de la economía necesarios para la industria de la construcción, los cuales actualmente se hallan casi improductivos, en particular SIDOR, por lo que se hace necesario que esas plantas industriales alcancen la plena producción y, así, la industria de la construcción vuelva a adquirir la importancia que tuvo, ahora sin los vicios que se fueron desarrollando y las llevaron a la actual situación.

 

Ante ese documento de Máximo solo le solicito que nos diga cómo en socialismo “sería más fácil” diversificar la economía, pues creo que además de los puntos esbozados, que opino son claves, es importante dar pautas claras en la definición de las políticas del sector secundario de la economía, así como a las articulaciones entre sectores, dentro de un programa cohesionado y concertado que sea posible políticamente y se haga factible económica y financieramente.

 

Por lo tanto, espero que Máximo siga escribiendo sobre la industria de la construcción en Venezuela, que llegó a ser un ejemplo de buena práctica profesional, llegando nuestros trabajadores, de todos los niveles y aspectos del hacer constructivo, a ser contratados por otras sociedades.

 

Es un impulso importante, que requiere ser escuchado por quienes definen las políticas dentro de una visión de conjunto y no solo desde un punto de vista cuantitativo, para adelantar la reactivación productiva del país pues, como dice Máximo “hay con que”. FIN.


Comentarios