“En ella Venezuela tiene con que
y como diversificar la economía”
Toda
nación que construye sus bienes físicos para una vida mejor lo hace a partir de
lo que les brinda la naturaleza; el ingenio de esas naciones, sobre todo los
especializados construyen sus calzadas, viviendas, represas, entre un gran
etcétera; lo escrito todos lo sabemos, lo que no sabemos, como país no
desarrollado, es como ordenar las actividades de la industria de la
construcción para un mejor rendimiento, para que la construcción sea más
provechosa y beneficiosa para la sociedad; en esos términos el socialismo es la
respuesta; el Socialismo permitiría y facilitaría diversificar la economía en
un país como el nuestro. Con el socialismo se soltarían las amarras con que se
oprimen a la sociedad, la producción y la productividad se manifestaría con las
más amplias libertades, la participación del pueblo se haría realidad, sería
una realidad la democracia participativa. Para edificar EL SOCIALISMO es
indispensable que la dirección política tenga claro que a las masas, al pueblo,
al estar “abandonadas a su propio
impulso tienden al reformismo” (El Marxismo-Leninismo así lo sostiene);
tener claro la necesidad de una revolución cultural, lo que requiere de una
teoría revolucionaria que explique cuáles son los verdaderos intereses de clase
y cuales son los soportes para conseguir ese mundo mejor del que mucho se
habla.
La
historia de la humanidad nos explica cómo han evolucionado la artes de
construir hasta el sol de hoy." Europa, continente de la que heredamos la
cultura de la construcción nos legó tradiciones y nos sigue aportando técnicas
de construir lo que les permite como países desarrollados exportar de sus
industrias y universidades: técnicas, tecnologías, teorías y prácticas de
construir y sobre todo equipos y artilugios para construir y con un gran apoyo
de la inmigración que se originó con la guerra civil española y la guerra
mundial; nosotros, compradores de todo, incluyendo espejitos, lo manejamos a
nuestro saber y entender lo que conocemos como “Industria de la Construcción”.
¿Cómo
solemos entender la Industria de la Construcción? La conocemos y la entendemos
traducida en leyes y normas que sintetizan en nuestros entendimientos que las
empresas constructoras conforman y son “La Industria de la Construcción”,
principio que se manifiesta con la existencia de la “La Cámara Venezolana de la
Construcción” y sus más sobresalientes aliados: “Los Sindicatos de la
Construcción”, el “Colegio de Ingenieros, Arquitectos y Afines” sumándose
empresas de servicio como el sector hipotecario de la banca privada y las
compañías de seguro y su urdimbre llega hasta los niveles de “gestorías” los
cuales se ocupan desde sacar permisos hasta gestionar contratos con sus
respectivos cobros; estos “gestores” mientras mejor cobran mejores
profesionales son, “todos unos ejecutivos de la construcción”.
Las
empresas constructoras no son más que empresas de servicios, condición que las
sitúan en el sector terciario de la economía, al mismo nivel que los mercados,
las clínicas y hospitales, colegios públicos y privados, en fin…¡la lista es
larga!.
La
Industria de la Construcción puede definirse como la matriz del sector
secundario de la economía, razón suficiente, además de necesaria, para ponerle
especial atención, en ella está la diversificación de la economía y en el caso
venezolano tiene suficiente instalaciones e infraestructuras industriales para decir
que ¡TIENE CON QUE! En nuestro sector secundario tenemos industrias del sector
construcción en condiciones precarias en manos del Estado, el caso más visible
está en las empresas de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG) y el mejor
ejemplo es SIDOR. Esas industrias sumando las de cemento, extracción y
procesamiento de áridos, el bosque de UVERITO, empresas del sector privado en
donde los talleres metalúrgicos tienen equipamientos y conocimientos
tecnológicos entre otras virtudes, son y conforman un gran recurso para la
producción de viviendas y ciudades, para la diversificación industrial de la
cual hablamos y es por ello que SIDOR debe producir al máximo, debe producir,
incluso, para tener esas divisas que se pretenden con la “LEY DE ZONAS ECONÓMICAS
ESPECIALES”.
La
importancia de la producción de SIDOR es tal que de ello depende que la
metalúrgicas produzcan perfiles para todo tipo de obra, que aguas abajo tenemos
procesadoras para la producción de tubulares estructurales. Las arandelas, clavos,
tuercas, tornillos dependen de que las siderúrgicas produzcan. Con la
producción de láminas podemos producir muchos y variados equipos para la
construcción (mezcladoras de concreto, molde tipo túnel, plantas de
prefabricados de componentes de concreto armado para la producción de
edificaciones habitacionales, puertas que importamos, ventanas, y puede
detallarse una gran lista de productos); con la producción de planchas
(laminados) de acero pudiésemos producir “contenedores” y todo tipo de silos
para la exportación y por supuesto para nuestro consumo. No tenemos que
incentivar a ningún “inversionista” para ponernos a trabajar, para ponernos a
producir. Tenemos que tener claro que SIDOR produciendo en forma sostenida es
porque, aguas abajo, la producción también tiene que ser sostenida y en esto la
producción de viviendas para satisfacer el crecimiento vegetativo significa un
gran soporte como consumidores de acero; no se puede dejar de anotar que el
acero es energía y que el mundo paga por ello, tampoco debemos dejar de
reflexionar sobre la producción del ALUMINIO, que teniendo los minerales, las
plantas de producción, como industrias básicas, están improductivas.
En el
tercer sector de la economía nos encontramos con todas aquellas actividades que
se sirven de la industria de la construcción, empresas de servicios en donde
las de la construcción y de mantenimiento conforman el subsector de mayor
connotación, entre otras razones, por la demanda de empleos de distintas
especialidades y consumidora de la producción del sector secundario. En este
sector de la economía, también se encuentran las instituciones que rigen su
conducta y que en la materia de la construcción es donde la sociedad por
intermedio del Estado actúa como distribuidor del dinero de las actividades, de
los estímulos, de los incentivos. En la cuarta república se promovió muchas
políticas de estímulos fiscales, como subsidios, reducción y excepción de
impuestos, reducción y eliminación de aranceles, sistemas y medios de
financiamientos para la creación de empresas y que al final todas éstas
políticas originaron un país Rendido, un país Colonial; todas esas políticas, a
la postre, fueron mecanismos de transferencia de riquezas para el sector
minoritario de la población, para el sector parásito aliado y sustento del
“subcapitalismo”.
Otros
aspectos, según mi forma y modo de ver la construcción, las expongo en
entrevista que me hiciera la Escuela Venezolana de Planificación en la cual
manifiesto aspectos complementarios a este artículo haciendo énfasis en “La
Venezuela Potencial” (buscar en el blog de la Escuela Venezolana de
Planificación).
En
cuanto a la “Ley sobre Zonas Especiales” reitero lo antes dicho sin dejar de
recomendar las anotaciones que mediante artículo de prensa hizo sobre dicha ley,
nuestra compatriota Dra. Pascualina Curcio (está en Internet).
Seguido
a este artículo haré otro señalando aspectos que considero importante aun
cuando serán planteados por separados conforman un gran conjunto que,
considero, ayudaría a formarse un concepto distinto a la costumbre, tratando
sobre manera, se conjugue con el proceso que predicamos: El Socialismo.
“Escribe que algo queda” (Kotepa
Delgado)
Arq. Máximo Rojas Chávez, Noviembre de 2021
Comentarios
Publicar un comentario